Ayer por la mañana no recordaba la existencia de este blog. Las últimas publicaciones daban cuentan del concierto con Greg Lee e inclusive el zafarrancho por el cual se terminó tan temprano el evento. Más de dos años después de esas últimas publicaciones, volví a reparar en la existencia de este pedacito de mi alma. Me da pena detallar como lucía anteriormente esta isla informática de la web 2.0, ya que me recordaba las páginas de internet en sus comienzos: Un verde chillón de fondo, unas letras caricaturescas y el espacio que ocupaban las imágenes que fui borrando de los servidores de Google a través de estos años. En resumen, no sé que tenía en la cabeza en el momento cuando implementé dichos cambios hace más de dos años.
De aquella noche tengo una gran historia que contar, la cual por respeto a los protagonistas no podré decir nada al respecto. Corren la misma suerte las dos fotografías que Marlon Orejas me tomó junto a Greg Lee, las cuales estimo que se publicarán postumamente.
En esa oportunidad adquirí la camiseta de la fotografía que encabeza
este post. Confieso que la he usado muy pocas veces desde aquella
noche, siendo esta ocasión, una muy buena excusa para usarla más así como una forma de ligar el pasado del blog con este presente que le ha visto resucitar.
Por aquel entonces, recién me había ido a vivir junto a unos amigos en San Pedro, en un experimento social del cuál hablaré luego y que para entonces, no sabía que iba a cambiar mi vida para siempre. Ya tendré tiempo de hablar sobre la "casa china", la cual trascendió aparentemente al rango de leyenda urbana.
Dos años después, de vuelta plenamente en mi pueblo; me encuentro con muchas ganas de hacer miles de cosas, terminar proyectos inconclusos e iniciar otros tantos. Esas son las razones que me movieron a darle vida nuevamente a este espacio y dedicarme en serio a este, como antes nunca lo hice. Ahora considero que tengo muchas cosas que contarle a otros y es precisamente aquí donde empezaré a hacerlo.
Primero que nada, he empezado a darle una mejor apariencia al blog. Muy a mi manera, mezclando cosas viejas y nuevas, tratando de conectarlo a otros proyectos que desarrollo actualmente. Estoy maquillando las publicaciones sobrevivientes, devolviendo a su lugar las fotos borradas y retocando algunos detalles como la ortografía. En algún momento, este blog contaba con más publicaciones, las cuales borré porque no atravesaba buenos tiempos. Rescato las que ya estaban como forma de honrar el pasado, considerando que se salvaron por alguna buena razón (que por lo usual desconozco).
Aunque usualmente utilizo otro blog para asuntos de índole profesional (el enlace lo encontrarán en el lado derecho de su pantalla); este tiene mucha importancia para mí, no solo porque fue mi primer blog, sino porque siempre ha me ha inspirado a escribir con un carácter sumamente íntimo, usando un lenguaje sencillo, teniendo como destinatarios a mis amigos y seres queridos.
Skate in old fashion way, es una expresión que inventé inspirado en la versión inglesa de la canción "Les plaisirs démodés" de Charles Aznavour, "Dance in the old fashioned way" cantada por el mismo; la cual es una forma de aceptar que ya llevo rato patinando por la vida y que lo hago a mi manera, tal cual aprendí cuando era más joven. Y es aunque pocos lo saben, el volver a patinar de lleno como lo hacía en los viejos tiempos, ha sido una buena nueva en mi vida. Por esta razón, no es extraño que me refiera de vez en vez, al skateboarding con más frecuencia.
Aunque este es el fin de esta publicación, desearía compartir las palabras que Greg Lee me regaló aquella noche para el programa de radio, material que nunca utilizamos debido a las circunstancias propias de la vida. No obstante, deberé colgarlo posteriormente, cuando encuentre ese archivo. Ese será el verdadero final de este asunto. Hasta entonces.
Álvaro.
