miércoles, 8 de septiembre de 2021

¿La situación económica en Cuba es tan terrible como dicen?

Muchas personas me preguntaron los mismo cuando regresamos de Cuba: ¿La situación económica en Cuba es tan terrible como dicen? No lo sé. El primer día que estuvimos en Cuba, Caro y yo nos tiramos a la calle. Caminando por el Vedado, encontramos a un chavalo el cual nos ofreció sus servicios como guía turístico por la Habana. Solo nos preguntó el nombre del hotel y nos prometió llegar por nosotros a la mañana siguiente. No se cómo se llamaba, he bloqueado su nombre por completo. La cosa es que no pensábamos que llegaría al día siguiente, cosa que efectivamente cumplió. Llegó en un auto antiguo junto a su novia y otra persona que manejaba. Presumimos que alquiló el auto con todo y chofer, para ganarse una plata y de paso llevar a su novia a pasear. ¡Nos la jugamos! Acordamos un precio que nos pareció justo de primer momento. Ellos nos llevabaron a varios lugares que nosotros les solicitamos. Un tour con transporte a nuestra medida. Fue en el asiento de aquel clásico, que junto a Caro experimenté mi primera experiencia cubana sobrenatural, cuando me sentí sumamente eufórico y emocionado al observar y fotografiar aquellos colores caribeños, el malecón, los autos antiguos, los edificios pintados vivamente… 


La primera parada fue la casa de un artista cubano muy famoso, que había fallecido hacía unos años atrás. No tenía costo entrar a la casa pero sí uno deseaba tomar una fotografía, por cada foto realizada, se debía pagar un aproximado de 5 dólares. Por eso nunca hablo de lo que vi en el interior de aquella casa. No obstante, estando cerca de concluir el tour que la amable señorita que estaba en la casa nos brindó por las diferentes habitaciones; nos mostró una serie de copias de discos compactos y "merchandising" del finado artista, que francamente no se conseguían en aquel entonces en nuestro país y creo que ahora menos. La cuestión es que allí estábamos parados junto a la señorita encargada del museo, nuestro improvisado guía, su novia, el chofer, Caro y este servidor, a quien se le ocurre preguntar cuánto costaba un disco compacto, a lo cual la encargada respondió muy sonriente: 15 dólares. También, me pareció un precio muy razonable. Ahí mismo se los pagué y me entregó el disco. Dos minutos después ya estábamos todos de vuelta en la calle para para dirigirnos a nuestro próximo destino. En eso noté que la novia de nuestro “vaquiano” estaba sumamente enojada, no le tomé mucha importancia. De vuelta en el carro, Caro me informa que escuchó a la mujer manifestar su indignación ante la compra realizada. Ella no podía creer como alguien podía gastar 15 dólares en un disco. No fue hasta mucho tiempo después ese mismo día, en que entendimos que el equivalente de esos 15 dólares en pesos cubanos podía ser considerado como una pequeña fortuna para algunas personas. 

                                                                                                   孟龙