Alcé la mirada y como si se tratase de una película, sonó en mi cabeza la voz del narrador recitando:
“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.”
Finalmente ahí estaba la estampa de enciclopedia que alguna vez me prometí conocer.