martes, 27 de marzo de 2018

Chicoticos cubanos



La curiosidad me llevó a comprarlos. Sin embargo, lo nuestro no fue amor a primera mordida. Fue la eficiencia en el manejo de los recursos, lo que me hizo tomarles el gusto. Es difícil, en especial si has devorado toneladas y toneladas de comida chatarra de todos los sabores, colores y sensaciones, durante toda tu existencia. El hambre siempre estimula ampliar los horizontes. 


Son simples, en cierto modo saludables y tienen un sabor de antaño. Ellos son la mejor metáfora que tengo para explicar qué pasa en Cuba y cómo vive ahí su gente. Solo hay que mirar los ingredientes indicados en la bolsa de los Chicoticos, para luego reflexionar sobre la información que aparecen en las golosinas y los demás alimentos que usualmente comemos en nuestros países. 

"Golosinísticamente" hablando, se distinguen abismales diferencias entre ambos paradigmas, resultando muy saludable una concienzuda comparación. Por cierto, es poco lo que cuenta internet sobre los Chicoticos, en realidad casi nada.  Haz la prueba. 


孟龙