Una
noche tranquila salieron a caminar Mèng
Lóng y
Ěrduǒ
(耳朵).
De repente, escucharon un estruendo
acompañado de un gran destello que lo cubrió todo, como si por un
instante, todo se convirtiese en un todo
blanco, suspendido
en el tiempo y acompañado de una horrible sensación de inmóvilidad.
Y luego...
oscuridad.
Mèng Lóng estaba aturdido, había sentido algo de calor cuando esto pasó, no sabía de donde provino la explosión, tan solo escuchaba muchas alarmas de vehículos, todo esta oscuro. Lo que fuera que explotó, hizo que se fuera la electricidad en esa zona. En medio de la oscuridad sintió que aún Ěrduǒ estaba de pie a su lado, ambos trataban de entender que había sucedido. Mèng Lóng pensaba con angustia: “Pusieron una bomba, en Costa Rica, que triste”. Mèng Lóng se fue calmando y observaba como los vecinos de casas aledañas empezaron a salir a buscar lo que había explotado. Luego, ya más calmados coincidieron con algunos taxistas que trabajan en la zona y que habían experimentado lo mismo, con el fin de intercambiar impresiones y determinar que había sucedido. Pensaron que se había tratado del transformador del poste que había explotado pero esta explicación no convencía del todo, porque este parecía estar en buen estado desde abajo. Al fin, los ahí presentes no determinaron que había explotado en aquel lugar y se marcharon. No se volvió a hablar del tema, han pasado 4 años y aún Mèng Lóng se pregunta qué sucedió en esa ocasión.
Mèng Lóng estaba aturdido, había sentido algo de calor cuando esto pasó, no sabía de donde provino la explosión, tan solo escuchaba muchas alarmas de vehículos, todo esta oscuro. Lo que fuera que explotó, hizo que se fuera la electricidad en esa zona. En medio de la oscuridad sintió que aún Ěrduǒ estaba de pie a su lado, ambos trataban de entender que había sucedido. Mèng Lóng pensaba con angustia: “Pusieron una bomba, en Costa Rica, que triste”. Mèng Lóng se fue calmando y observaba como los vecinos de casas aledañas empezaron a salir a buscar lo que había explotado. Luego, ya más calmados coincidieron con algunos taxistas que trabajan en la zona y que habían experimentado lo mismo, con el fin de intercambiar impresiones y determinar que había sucedido. Pensaron que se había tratado del transformador del poste que había explotado pero esta explicación no convencía del todo, porque este parecía estar en buen estado desde abajo. Al fin, los ahí presentes no determinaron que había explotado en aquel lugar y se marcharon. No se volvió a hablar del tema, han pasado 4 años y aún Mèng Lóng se pregunta qué sucedió en esa ocasión.